Las últimas semanas en Corea se han sucedido con la atención puesta en la ya conocida como N번방 o Sala N, una serie de chats grupales de Telegram cuyo fin era el intercambio de imágenes de carácter sexual y de distintas mujeres, entre ellas varias menores.
Tras la detención del hombre que estaba detrás de estos chats, conocido como Baksa, más de dos millones de personas firmaban una petición para saber su identidad a la llamada Blue House del Gobierno de Corea del Sur. Tan solo unos días después, se sabía su nombre: Cho Ju Bin, de 25 años era quien manejaba los hilos de la llamada N번방 o Sala N.
Tras su detención, han sido varios jóvenes detenidos por la policía directamente relacionados con el caso, entre ellos un hombre de 18 años y otro de 24 que actuaban bajo los ID de Pacific Ocean y God God.
En noviembre de 2020 se conocía la sentencia de 40 años de prisión para Cho Ju Bin y penas de 7 a 15 años para otros acusados del caso. En mayo de 2021, se estrenaba el documental Cyber Hell: Exposing an Internet Horror de Netlix donde se explicaba la investigación de este caso.
Desde BA NA NA te informamos de toda la situación, lo que ha sucedido y lo que está ocurriendo alrededor de este caso.
IMPORTANTE: Las información puede resultar impactante al contener referencias sexuales y violentas. Información contrastada con medios de comunicación coreanos y fuentes verídicas y al día con los avances de la investigación. Hemos intentado reunir toda la información contrastada y verídica en un mismo sitio con la intención de informar de lo sucedido.
Sala N de Telegram o Nth Room
El pasado 20 de marzo, la policía surcoreana detuvo a un hombre de 25 años acusado de estar al cargo de chats grupales de explotación sexual, coacción y asalto a, al menos, 74 mujeres de las cuales 16 eran menores. Baksa, tal y como se hacía llamar este sujeto, utilizaba la aplicación de mensajería rápida Telegram para realizar chats grupales, después compartía dichos chats.
En estos chats se compraban y vendían vídeos y fotografías de carácter sexual de mujeres que habían sido coaccionadas para grabar esos vídeos,en muchas ocasiones con contenidos violentos, incluyendo autolesiones, y de carácter sexual muy explícito junto a otras personas.
Según informa la policía, Baksa engañó a las víctimas para que le enviasen fotografías desnudas incluyendo su cara utilizando la excusa de que era para un trabajo a tiempo parcial y que ganarían mucho dinero. Más tarde, Baksa utilizó estas mismas fotografías para chantajear a las víctimas, a quienes se refería como 'esclavas', para obtener vídeos de naturaleza sexual y que después, distribuía a través de Telegram.
Según ha ido avanzando la investigación, se han detectado hasta tres tipos diferentes de chats de pago, cuyos precios rondaban entre los 200,000 wones y los 1.5 millones de wones. Estos chats han estado en uso desde diciembre 2018 hasta este mismo mes de marzo 2020.
Además de los detenidos que han ido sucediéndose relacionados con el caso, varios artículos de medios coreanos, apuntan a que entre los usuarios de la Sala N habría famosos, estrellas del deporte y profesores, entre otras figuras públicas.
El denunciante del caso de Seungri y el Burning Sun y todo lo que había detrás, anunciaba a principios de abril que participaría en la investigación para llegar al fondo de este asunto lo antes posible.
Fuentes: (1) (2) (3)
En estos chats se compraban y vendían vídeos y fotografías de carácter sexual de mujeres que habían sido coaccionadas para grabar esos vídeos,en muchas ocasiones con contenidos violentos, incluyendo autolesiones, y de carácter sexual muy explícito junto a otras personas.
Según informa la policía, Baksa engañó a las víctimas para que le enviasen fotografías desnudas incluyendo su cara utilizando la excusa de que era para un trabajo a tiempo parcial y que ganarían mucho dinero. Más tarde, Baksa utilizó estas mismas fotografías para chantajear a las víctimas, a quienes se refería como 'esclavas', para obtener vídeos de naturaleza sexual y que después, distribuía a través de Telegram.
Según ha ido avanzando la investigación, se han detectado hasta tres tipos diferentes de chats de pago, cuyos precios rondaban entre los 200,000 wones y los 1.5 millones de wones. Estos chats han estado en uso desde diciembre 2018 hasta este mismo mes de marzo 2020.
Además de los detenidos que han ido sucediéndose relacionados con el caso, varios artículos de medios coreanos, apuntan a que entre los usuarios de la Sala N habría famosos, estrellas del deporte y profesores, entre otras figuras públicas.
El denunciante del caso de Seungri y el Burning Sun y todo lo que había detrás, anunciaba a principios de abril que participaría en la investigación para llegar al fondo de este asunto lo antes posible.
Fuentes: (1) (2) (3)
Cho Ju Bin, administrador de la Sala N
El caso ganó atención entre la población surcoreana debido a la grado de brutalidad y rápidamente se inició una petición formal hacia el Gobierno de Corea del Sur dirigidas directamente a la Blue House, residencia del presidente. En tan solo dos días, esta solicitud para que la identidad de Baksa fuera revelada al público, alcanzó un total de 2 millones de firmas, llamando así la atención del presidente Moon Jae In, que solicitaba una investigación exhaustiva para llegar al fondo de este asunto.
Así, la Policía Metropolitana de Seúl daba a conocer que Baksa es el ID que esconde a Cho Ju Bin 조주빈, un joven de 25 años cuyo rostro e identidad fueron revelados en el programa SBS News el 23 de marzo.
© Agencia de Policía Metropolitana de Seúl |
© NEWS1 |
El 25 de marzo, Cho Ju Bin fue enviado a la Fiscalía acusado de los cargos de violar la Ley de Protección Infantil, la Ley de Privacidad y la Ley de Abuso Sexual junto con abuso, amenazas, chantaje y coerción, además de fraude tras encontrarse una cantidad de 130 millones de wones (unos 100.000€ aproximadamente) en el registro de la casa del detenido.
Tras esto, ofrecía una rueda de prensa, en la que aparecía con un vendaje en la cabeza y un collarín, donde pedía perdón por sus actos y agradecía que con su detención se esté ayudando a "acabar con la vida de un demonio sin frenos"
Se mantenía en silencio a las preguntas de sus crímenes, pero sí se han ido desvelando nuevos pasos de la investigación policial. Cho Ju Bin afirmaba haber sido el responsable de la instalación de las cámaras ocultas detectadas por Shin Se Kyung y Bomi de Apink en septiembre de 2018.
Tras la detención de Cho Ju Bin, la investigación continuaba sin su colaboración. Se incautaron nueve dispositivos móviles, de los cuales dos están bloqueados y que Cho Ju Bin se niega a desbloquear para facilitar la investigación policial. De la misma manera, se encontraban tres depósitos online donde se sospechaba que estaba el dinero que donaban los usuarios de la Sala N, aunque dos de ellos resultaban ser falsos.
Otras cosas que han resultado ser falsas durante las investigaciones han sido los datos que ofrecía Cho Ju Bin en los chats para conseguir más fondos económicos de los usuarios. Bajo la identidad de Baksa, daba detalles personales de famosas que han resultado ser mentira tras una investigación llevada a cabo por Dispatch y compartida con la sociedad.
Fuentes: (1) (2) (3) (4) (5) (6)
Tras esto, ofrecía una rueda de prensa, en la que aparecía con un vendaje en la cabeza y un collarín, donde pedía perdón por sus actos y agradecía que con su detención se esté ayudando a "acabar con la vida de un demonio sin frenos"
© NEWSIS |
Se mantenía en silencio a las preguntas de sus crímenes, pero sí se han ido desvelando nuevos pasos de la investigación policial. Cho Ju Bin afirmaba haber sido el responsable de la instalación de las cámaras ocultas detectadas por Shin Se Kyung y Bomi de Apink en septiembre de 2018.
Tras la detención de Cho Ju Bin, la investigación continuaba sin su colaboración. Se incautaron nueve dispositivos móviles, de los cuales dos están bloqueados y que Cho Ju Bin se niega a desbloquear para facilitar la investigación policial. De la misma manera, se encontraban tres depósitos online donde se sospechaba que estaba el dinero que donaban los usuarios de la Sala N, aunque dos de ellos resultaban ser falsos.
Otras cosas que han resultado ser falsas durante las investigaciones han sido los datos que ofrecía Cho Ju Bin en los chats para conseguir más fondos económicos de los usuarios. Bajo la identidad de Baksa, daba detalles personales de famosas que han resultado ser mentira tras una investigación llevada a cabo por Dispatch y compartida con la sociedad.
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Cómplices de la Sala N
La investigación policial también demostró que Cho Ju Bin, bajo el nombre de Baksa, reclutó a 'seguidores' para lavar el dinero que conseguía con la compraventa de este tipo de material y para asaltar sexualmente a las mujeres que no obedecían sus órdenes. Se cree que hasta un total de 260.000 hombres accedieron a los chats, quienes desconocían la identidad real que se escondía detrás de Baksa.
La policía continua investigando y está avanzando poco a poco para desmantelar todo este entramado delictivo. Hasta el momento, se han identificado a 124 usuarios y se han detenido a 17 de los cómplices de Cho Ju Bin han sido detenidos. Actualmente hay en marcha varias peticiones al Gobierno de Corea del Sur solicitando que se revele la identidad de todos los miembros que participaron en los chats y que sean sometidos a juicio por sus actos.
El 27 de marzo, la Policía Metropolitana de Seúl informaba del suicido de un hombre de 40 años en el puente Yeongdong del Río Han. En la investigación, encontraban una nota en la que aseguraba haber depositado dinero en estos chats, y que no esperaba que esta situación iba a llegar tan lejos.
El 27 de marzo, la Policía Metropolitana de Seúl informaba del suicido de un hombre de 40 años en el puente Yeongdong del Río Han. En la investigación, encontraban una nota en la que aseguraba haber depositado dinero en estos chats, y que no esperaba que esta situación iba a llegar tan lejos.
El Ministerio de Justicia informaba que trabajarán en conjunto con las autoridades de otros países para identificar a todos los integrantes de los chats como fuera posible.
Otros detenidos relacionados con la Sala N
El Vigilante
El 24 de marzo, se daba a conocer que Cho Ju Bin no era el único administrador de la llamada Sala N. La Fiscalía solicitaba una pena de prisión de tres años y medio para un hombre de 38 años, cuyo nombre en la Sala N era "Vigilante". Se ha dado a conocer que él era un antiguo administrador de los chats
Identificado como Jeon por la policía, fue detenido en el mes de octubre de 2019 por dirigir una web que publicaba fotografías ilegales y vídeos de mujeres tomadas en baños públicos de Corea del Sur. En febrero de 2020 fue procesado tras demostrarse que compartió más de 9.000 archivos de carácter sexual ilegal en la Sala N, incluyendo imágenes de menores.
Pacific Ocean
El 26 de marzo, la Policía Metropolitana de Seúl confirmaba que uno de los detenidos era un joven de 16 años que actuaba bajo el nombre de "Pacific Ocean". El menor apellidado Lee gestionaba la sala "Pacific Ocean Exploration", donde había registradas entre 8.000 y 1.0000 personas. Se calcula que es uno de los cómplices desde octubre de 2019, y la policía ha informado de que no solo actuaba en Telegram. La persona oculta tras el ID "Pacific Ocean" también operaba en la aplicación Wire a través de enlaces de invitación a chats.
Igiya
El 6 de abril, se detenía a un joven que se encontraba haciendo su servicio militar obligatorio y que presuntamente actuaba bajo el ID "Igiya". Según han dado a conocer, esta persona era uno de los principales responsables de distribuir las imágnes ilegales.
El 8 de abril, la policía del Distrito Norte de Gyeonggi detenía a diez personas que gestionaban un chat sexual en Discord. Esta detención fue posible gracias a los registros y las identificaciones de la Sala N pero lo más llamativo es la edad de los detenidos. De los diez, ocho de ellos son menores y uno de ellos tiene apenas 12 años.
Butta
El 9 de abril, la Policía Metropolitana de Seúl detenía como sospechoso a un joven de 18 años que presuntamente actuaba bajo el ID "Butta" y ayudaba a Cho Ju Bin a gestionar las salas de Telegram. Su apellido es Kang y por el momento se encuentra en detención preventiva por ser sospechoso de gestionar los beneficios económicos de la Nth Room o Sala N de Telegram a través de distintos servidores de criptomonedas.
El 27 de mayo, se celebraba la primera vista judicial del caso de Kang Hoon, la persona de 18 años que se encontraba tras el ID de Butta. Está acusado de once cargos, incluyendo la distribución de material pornográfico ilegal. El 26 de mayo solicitaba la opción de realizar una reflexión para presentarla al Tribunal, por lo que se espera que admita los cargos. Con esta acción, es posible que se le declare inocente de algunos de los cargos o que se rebaje la pena impuesta.
El 27 de mayo, se celebraba la primera vista judicial del caso de Kang Hoon, la persona de 18 años que se encontraba tras el ID de Butta. Está acusado de once cargos, incluyendo la distribución de material pornográfico ilegal. El 26 de mayo solicitaba la opción de realizar una reflexión para presentarla al Tribunal, por lo que se espera que admita los cargos. Con esta acción, es posible que se le declare inocente de algunos de los cargos o que se rebaje la pena impuesta.
También se han detenido a dos trabajadores públicos por ser sospechosos de ayudar a Cho Ju Bin en la gestión de la Sala N de Telegram ofreciéndole datos de las bases del Gobierno de Corea del Sur.
God God
Por otro lado, la policía continuó investigando la identidad del usuario '갓갓', God God, identificada como la primera persona en crear la Sala N. El 12 de mayo, la Policía Metropolitana de Seúl confirmó la detención de un joven de 24 años detrás del ID de God God. El mismo día, se daba a conocer que esta persona, de la que no se conocen más datos, dejó de utilizar Telegram hace meses, por lo que el trabajo del departamento de Ciberseguridad de la policía ha tardado más en dar con él e informaba de que no iban a revelar detalles de la investigación para evitar que los delincuentes puedan adelantarse a sus acciones.
El 18 de abril, se revelaba su rostro del detenido al ser transferido a su primera ronda judicial. God God es el ID que escondía a Moon Hyung Wook, este joven de 24 años, que cuando era preguntado por sus acusaciones, indicaba que lo hizo porque tenía una idea equivocada de lo que era el sexo.
En su primera vista judicial, informaba de que habría 50 víctimas en el caso y que no lo hacía por dinero, como sí es el caso de Cho Ju Bin. En su caso, era por satisfacer sus gustos sexuales y la Policía Metropolitana se Seúl ha informado de que únicamente aceptó dinero en vales regalos por valor de 900.000 won (unos 675€).
En su primera vista judicial, informaba de que habría 50 víctimas en el caso y que no lo hacía por dinero, como sí es el caso de Cho Ju Bin. En su caso, era por satisfacer sus gustos sexuales y la Policía Metropolitana se Seúl ha informado de que únicamente aceptó dinero en vales regalos por valor de 900.000 won (unos 675€).
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Ahn Seung Jin
El día 22 de junio salía a a la luz el nombre de Ahn Seung Jin, un hombre de 25 años que fue arrestado el pasado día 15 de junio por presuntamente producir y distribuir explotación infantil.
Según informan desde marzo de 2015 a marzo de 2016 intentó acercarse a más de 10 niños y adolescentes, y amenazarlos con mostrar sus vídeos. Hay cargos también por coaccionar bajo las órdenes de Moon Hyung Wook (God God) durante marzo del 2019 y hasta junio de 2019 por distribuir más de 1000 vídeo de explotación infantil.
Fuentes (1)
Sentencia Nth Room
En noviembre de 2020 se conocía la sentencia del caso policial de la sala Nth Room de Telegram, N번방 o Sala N para Cho Ju Bin y otros acusados del caso.
Como resultado, Cho Ju Bin ha sido sentenciado a 40 años de prisión en lugar de cadena perpetua que solicitaba la Fiscalía. Otros cinco acusados han recibido sentencias que van de 7 a 15 años, entre ellos uno de los menores de 16 años, que ha sido sentenciado a 7 años de cárcel, la pena más alta permitida para su caso.
La sentencia ha sido altamente celebrada por la sociedad coreana tras la aprobación en abril de 2020 que endurecía las penas para los delitos sexuales. Antes de abril, poseer material de esta categoría no estaba penado ni era ilegal y las penas de prisión relacionadas con casos de esta naturaleza no eran duras. Por eso, una sentencia de 40 años para Cho Ju Bin y las penas de cárcel para los otros acusados es un gran paso para la sociedad.
Fuaaaa que son hijos de su madre.. Que grande que es todo, que complicado no poder confiar en los hombres.
ResponderEliminarOjalá los nombres sean revelados, odiaria estar siguiendo a un idol que se aprovecha de las mujeres!
Lo más impresionante es que se vean tan normales y que hayan tantos hombres en esos chats... Pensar que podemos estar hablando con alguien aparentemente normal y resulte ser un psicópata de ese tipo.... Es aterrador
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