The Club Sessions: cuando el rap es el reclamo

Hip hop, trap y electro pierden su identidad para integrarse dentro de una marca que representa el nombre del séptimo género más escuchado del mundo, tras estilos musicales como el rock o el pop occidental. Sin embargo, el éxito creciente del K-Pop trasciende más allá de los sonidos divertidos y populares asociados a etiquetas como girly, pop, upbeat y girl crush, cada vez mirando de forma más intensa a géneros menos comerciales, algo que demuestran grandes distribuidoras como SM o YP Entertainment.


No sólo desde Corea llegan producciones más arriesgadas, capaces de enganchar a un tipo de público distinto del habitual que enfoca el oído hacia occidente. Ahí es donde entra el rap y el hip hop, cuarto género más escuchado del mundo en lo que llevamos de 2019 y co-protagonista de la sesión de hoy.


Una de las sorpresas de este año fue el descubrimiento de grupos como Far East Movement, productores de electrónica afincados en Estados Unidos y ascendencia asiática, que cuentan para varios de sus éxitos con main rappers de la talla de Chanyeol de Exo. 


Otro caso célebre de éstas colaboraciones entre productores de electrónica y raperos coreanos es el track dubstep “Dirty Vibe” de Skrillex, que tuvo como vocalistas a idols de la categoría de CL de 2NE1 y G-Dragon de Big Bang. Es lógico que este tipo de producciones se sigan produciendo, no sólo por el éxito del K-Pop, si no también por el nivel de los artistas coreanos, formados a conciencia para alcanzar la excelencia en los campos para los que se les entrena, dependiendo de sus aptitudes y su talento, sin dejar de lado a lo que habla rítmica (rap) se refiere.


Una muestra reciente del peso de la relación entre el K-Pop y el hip hop lo hallamos en uno de los estrenos más mediáticos de lo que llevamos de año. Desde Corea acabamos de vivir el desembarco del nuevo grupo formado por SM Entertainment en Estados Unidos, que reúne a algunos de los artistas más célebres de tres de sus grupos masculinos con mayor repercusión. ‘Jopping’ es un producto hecho a medida para el público norteamericano, donde el hip hop suena con fuerza, por lo que no es casual que el peso de los versos rap de la canción debut de SuperM tengan más peso que los versos cantados por Taemin y Baekhyun. De los siete integrantes, cinco son capaces de ofrecer flow y rimas al mejor nivel. Ten, Lucas, Kai, Marc y Taeyong como plantilla de raperos de ensueño.


A éste último ya le habíamos visto protagonizar colaboraciones con Hitchhiker, uno de los productores más underground de la plantilla de SM Entertainment, artista experimental capaz de sacar los mejores ritmos para la pista de baile. Hitchhiker ha contado también con rappers femeninas como Hyoyeon o Sunny de Girls Generation.


En esa proliferación de sonidos más urbanos también brillan producciones coreanas como MOBB, que nacen desde YG Entertainment, dueto formado por los raperos Bobby de iKON y Mino de Winner. Su canción ‘Full House’ es buena muestra de esos ritmos hip hop que miran sin complejos al electro, algo que también hizo el bombazo ‘Holup!’, lanzado por el main visual y rapper de iKON. Otros ejemplos de la fusión del rap con bases hip hop y orientadas a las pistas de baile los firma Jimin de AOA, que ha mostrado sus mejores habilidades rapeando en tracks como ‘Puss’ y ‘GOD’ o en grupos menos conocidos como Omega Sapien, que se mueven en circuitos menos conocidos pero que siguen siendo una buena muestra de la tendencia creciente de la fusión del electro con el rap.


Artículo redactado por Luis García
"Vive una relación abierta con la música y los videojuegos mientras sueña con lo imposible"


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